Especial | Chagas, un problema de salud no resuelto en Bolivia

La prevalencia del Chagas materno ha disminuido de 60% a 25% en los últimos 40 años, sin embargo, la tasa de transmisión de madre a hijo no ha disminuido y se mantiene alrededor del 5%, tal como estaba hace muchos años.

En el Día Mundial de la Enfermedad de Chagas, el 14 de abril, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hace un llamamiento a realizar un esfuerzo adicional para diagnosticar todos los casos que puedan ser sospechosos. Se estima que el 70% de los afectados no lo sabe. Debido a su carácter silencioso, menos del 10% de los infectados con esta enfermedad recibe anualmente un diagnóstico oportuno, y, por ende, un tratamiento efectivo en Latinoamérica, donde la enfermedad afecta a entre 6 y 8 millones de personas.

La enfermedad de Chagas es una infección parasitaria crónica, causada por el protozoo Trypanosoma cruzi. Durante la última década, las estimaciones actuales sugieren que entre 10 y 13 millones de personas están infectadas crónicamente con Chagas y aproximadamente 90 millones de personas en el mundo siguen en riesgo de contraer la infección.

Freddy Tinajeros Guzmán, médico y docente investigador de la Universidad Privada Domingo Savio (UPDS), explica que en Bolivia, el Chagas es un problema de salud pública y a nivel mundial, el país tiene las mayores prevalencias de esta enfermedad. Agrega que desde hace muchos años (1960 a 1990) el Chagas se asociaba con la extrema pobreza o con las condiciones precarias de las viviendas de barro, adobe y techo de paja, motacú, jatata o palma; “sin embargo, después de la reducción de la transmisión vectorial del Chagas por los esfuerzos realizados por el Ministerio de Salud y el mejoramiento de las condiciones de vida, aún persiste una forma de transmisión y esta es la transmisión vertical de madre a hijo, que se perpetua de generación en generación por falta de un diagnóstico de alta sensibilidad y especificidad”.

Según la investigadora Caryn Bern, entre el 20 a 29% de la población boliviana está afectada por el Chagas, sin embargo, el departamento más afectado es Santa Cruz. “Si aplicamos este porcentaje a los 5 departamentos donde el Chagas es endémico en Bolivia (Santa Cruz, Cochabamba, Chuquisaca, Potosí y Tarija) podemos observar claramente que el mayor numero lo tiene Santa Cruz con casi un millón de personas afectadas por la enfermedad y en todo el país cerca de 2 millones de personas.

Consecuencias del Chagas no tratado

 De acuerdo a Tinajeros, entre el 20%-30% de las personas con Chagas y que no recibieron tratamiento, desarrollarán miocardiopatía, megacolon, o ambos. “Una madre con Chagas podrá transmitir esta enfermedad a su recién nacido. En las últimas tres décadas, el control y manejo de la enfermedad de Chagas ha experimentado muchas mejoras. Los programas de control de vectores a gran escala y la detección de donantes de sangre han reducido la incidencia y prevalencia de esta enfermedad, pero aún se transmite de madre a hijo. Aunque se necesitan fármacos tripanomicidas más eficaces, el tratamiento con benznidazol (o nifurtimox) es razonablemente seguro y eficaz y ahora se recomienda para una gama más amplia de pacientes” asegura el galeno de la UPDS.

Por el contrario, Tinajeros identifica que en Bolivia persisten algunos desafíos: la enfermedad de Chagas se está convirtiendo en un problema de salud emergente en áreas no endémicas debido a los crecientes movimientos de población; “la detección temprana y el tratamiento de personas asintomáticas están infrautilizados; y los posibles beneficios de nuevas terapias (por ejemplo, desfibriladores automáticos implantables) aún deben evaluarse”, afirma.

Chagas Congénito

La transmisión congénita de la enfermedad de Chagas supone un desafío para el control de esta enfermedad parasitaria, pues involucra no solo a los países endémicos de Latinoamérica, sino también a países no endémicos en otros continentes en donde, como consecuencia de la migración desde Bolivia, viven mujeres en edad fértil portadoras de la infección por Trypanosoma cruzi.

Para Tinajeros, la atención integral de esta enfermedad incluye no solo la detección temprana y el tratamiento del recién nacido o lactante, sino que, además, se generan nuevos retos en la atención y orientación médica para las mujeres infectadas. “En Bolivia, para el diagnóstico de recién nacidos con Chagas se utiliza el micro-método, sin embargo, su sensibilidad llega al 30%, lo que significa que de cada 10 niños que nacen con Chagas solo a 3 se diagnostica y a los otros 7 el resultado indica negativo, pudiendo estos tener la enfermedad. Por ello, actualmente se recomienda pruebas de amplificación del DNA (reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real) para mejorar la sensibilidad del diagnóstico que puede llegar casi de 95% a 100%”

Explica que Santa Cruz, al ser la zona endémica con mayor población, es importante promover el diagnóstico temprano de Chagas en niños o recién nacidos de madres con Chagas y tratar la enfermedad para evitar las consecuencias irreversibles de la enfermedad. Los niños con Chagas congénito aun nacen un 27% con bajo peso, Apgar disminuido y la necesidad de recibir internación.

 Tendencias de la Enfermedad de Chagas

Según un análisis publicado en 2024, con el mejoramiento de las condiciones y calidad de vida de la población boliviana y el mejoramiento de las viviendas, la prevalencia del Chagas materno ha disminuido de 60% a 25% en los últimos 40 años, sin embargo, Tinajeros advierte que la tasa de transmisión de madre a hijo no ha disminuido y se mantiene alrededor del 5%, tal como estaba hace muchos años.

Es necesario seguir impulsando la reducción de la transmisión vectorial del Chagas, hacer campañas en mujeres jóvenes antes de su embarazo para diagnosticar la enfermedad y ampliar el tamizaje de Chagas en recién nacidos de madres con Chagas con pruebas de alta sensibilidad como biología molecular y así evitar las consecuencias irreversibles de cardiopatías o megacolon por Chagas”, finaliza el médico investigador de la UPDS Santa Cruz.